3.11.06

El fracaso del NNPT

Foto: NARA

Cuando Finlandia se convirtió en el primer firmante del Tratado de No Proliferación Nuclear (NNPT) existían cinco países que contaban con armas nucleares, todos ellos actuales miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU. La eficacia del NNPT, que sobre todo buscaba evitar que haya más países con capacidad bélica nuclear, se ha visto minada por los programas nucleares de estados no firmantes, como la India, Pakistán y, en su momento, Sudáfrica. Hay indicios que apuntan a que Israel -otro no firmante- y Arabia Saudita contarían con armas nucleares o al menos tendrían un programa para ello. Corea del Norte abandonó el NNPT y ya realizó su primera prueba nuclear e Irán también parece estar desarrollando armas nucleares, aunque aún no se ha encontrado pruebas suficientes.

A treinta y seis años de entrar en vigencia, el NNPT ha fracasado rotundamente. Los ejemplos de Sudáfrica, que abandonó su programa nuclear -bajo presión-, y en cierta forma de Bielorrusia, Kazajstán y Ucrania, que entregaron su material bélico a Rusia (lo ideal habría sido destruirlo), no han sido suficientes para que cese el empleo de armas nucleares como medio de disuasión. El justificado temor a su uso permite a quien las posea obtener mayor poderío en las relaciones con otros estados, mientras pone en peligro el delicado equilibrio internacional.

The Economist ha llamado a la situación en la península de Corea "una nueva guerra fría". El término es muy acertado: nadie va a atacar primero, y hay muchos intereses ligados como para hacerlo. Eso deja a Japón en la encrucijada de no poder dejar de lado su pacifismo de posguerra, y a Corea del Sur como un rehén de Kim Jong-il. La protección de China, y en menor medida, de Rusia, blindan al gobierno norcoreano de sanciones desde la ONU.

Irán podría llegar a una situación similar. La limitada reacción internacional ante la prueba nuclear de Corea del Norte, comparada con la intervención en Irak, le ha dado un mensaje claro al gobierno de Ahmanidejad: las armas nucleares son el mejor seguro. Sus rehenes serían Irak, Israel y Turquía. Su blindaje serían también China y Rusia, con importantes intereses económicos y geopolíticos (por ejemplo, la producción petrolera iraní, la cooperación técnica y militar y el control de las rutas a través del estrecho de Ormuz). Las recientes pruebas de misiles del gobierno cerca de Qum, como respuesta a maniobras conjuntas de 25 países -incluyendo a los Estados Unidos- en el Golfo Pérsico, son muestras claras del afán de Teherán por la disuasión.

Además de Corea del Norte e Irak, el frágil equilibrio nuclear entre India y Pakistán ha sido tratado de forma ambivalente por el gobierno de Bush: aliado pero crítico de Pervez Musharraf –buscando controlar la insurgencia afgana-, permisivo con el desarrollo nuclear de Abdul Kalam. The Times UK reportó que según la IAEA Arabia Saudita, Argelia, Egipto, EAU, Marruecos y Túnez planean iniciar programas nucleares pacíficos, una decisión que estaría inspirada por la desidia en el manejo del caso norcoreano. La ejecución del NNPT sufre de falta de coerción, y después de tantos años el escenario no es satisfactorio: está a punto de duplicarse el número de países con armas nucleares.

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