29.10.06

Chad: la paradoja del crecimiento del PBI

Foto: National Geographic

Cuando se habla sobre estabilidad macroeconómica y conservadurismo fiscal se propone que los gobiernos establezcan las condiciones suficientes para el adecuado funcionamiento del mercado. En el "Reporte sobre los países menos desarrollados 2006" de la UNCTAD se cita el gran crecimiento del PBI de Chad (31% para el 2004). Cuando uno analiza esa información es claro que dicho crecimiento no ha bastado para que las condiciones de vida de los chadianos mejoren al menos lo suficiente para sacar al país del nivel de "país menos desarrollado" (LDC).

Las críticas a las mediciones que utiliza la economía padecen de una inadecuada comprensión de qué quieren decir las cifras. El problema está sobre todo en la lectura que se hace de las cifras. El caso de Chad es ilustrativo. La estadística sobre el PBI debe ser contrastada con otras variables. Entre ellas:

El que la economía crezca a un ritmo tan acelerado es muy apropiado para combatir otros problemas. Factores como las difíciles relaciones con el gobierno sudanés, los conflictos internos con los rebeldes del norte, las guerrillas en la frontera con Darfur, los desplazados por los enfrentamientos en países vecinos, la tensión con las petroleras, las diferencias étnicas y la falta de institucionalidad democrática no pueden ser medidos por la estadística del PBI.

Ante ese panorama es un buen síntoma que a pesar de los serios problemas de infraestructura y de provisión de servicios básicos haya un crecimiento relativamente sostenido. Gran parte del crecimiento se explica por la bonanza en la comercialización de petróleo -aunque preocupa la nacionalización parcial de las filiales de Petronas y Chevron, acusadas de no haber pagado suficientes impuestos-, pero hay otros sectores que están fomentando un bienestar más generalizado, como la industria textil, cervecera, química y la construcción.

Los países limítrofes son un factor determinante en la situación de Chad. La difícil relación con el gobierno sudanés se ve más afectada por la intensidad del conflicto en Darfur, con un éxodo de refugiados y ataques en la frontera entre los dos bandos. Esta semana el gobierno chadiano ha denunciado ataques de la Janjaweed contra aldeas chadianas porque en ellas habría desplazados sudaneses. Las víctimas también han denunciado ataques de árabes chadianos.

Además, tres de los seis vecinos son también LDC –la República Centroafricana, Níger y Sudán- y ocupan casi el 60% de las fronteras chadianas. Esto reduce la posibilidad de Chad de establecer relaciones comerciales productivas. Camerún y Libia aún tienen problemas institucionales, aunque es claro que ha habido mejoras, situación que el presidente Idriss Déby debe aprovechar. Por ejemplo, el oleoducto financiado en 1999 por el Banco Mundial para facilitar la exportación por el Océano Atlántico pasa por territorio camerunés.

El gran reto es procurar que el crecimiento económico pueda verse reflejado en mejoras efectivas para su población. El crecimiento no redunda necesariamente en mayor bienestar pero es fundamental que se dé para que haya algo que redistribuir. La economía de Chad se hace cada vez más productiva, y ese es el primer paso. A partir de ello, las políticas adecuadas empezarán a aumentar la prosperidad de los chadianos.

1 comentario:

JULEN BAZTARRICA dijo...

Interesantísimo artículo. Esperemos que tus deseos se hagan realidad...

Saludos!